Dunlop, 125 años de historia del neumático
Sábado, 23 de noviembre de 2024
Jueves, 18 de julio de 2013
Este año es motivo de celebración para la marca Dunlop, ya que se cumplen 125 años desde la invención del primer neumático por John Boyd Dunlop. Hoy celebra su éxito y papel en el perfeccionamiento de las prestaciones de los neumáticos y sigue presente en todo el mundo a través de múltiples disciplinas deportivas sobre dos y cuatro ruedas, que sirve como laboratorio de pruebas para soluciones tecnológicas para los neumáticos de calle tanto de moto como de turismo.
La historia del neumático comienza en 1888, el día en que al escocés John Boyd Dunlop se le ocurre, como diversión, incorporar un tubo de caucho inflado con aire a la llantas del triciclo de sus hijo. Así nace el recubrimiento de caucho y, una vez 'aligerado', es una auténtica revolución que supuso el comienzo de una gran industria. Con este invento, John Boyd Dunlop desarrolló el primer sistema de amortiguación de aire de la historia y estableció los pilares para el primer neumático. De esta forma, la marca dio sus primeros pasos y con la evolución de la historia se ha convertido en una de las marcas de neumáticos líderes en el mundo.
John Boyd Dunlop estaba muy lejos de imaginar que al fabricar esos neumáticos improvisados iba a revolucionar la locomoción mundial. Dunlop envolvió las ruedas del triciclo en hojas gruesas de goma, las pegó y las infló con una bomba para balones a partir de una tetina de biberón, un detalle real que demuestra el gran talento imaginativo del veterinario. JB Dunlop decide entonces que un fabricante de bicicletas de Belfast confeccione ruedas de radios con llantas más grandes que él equipará con su nuevo tipo de neumáticos.
El recubrimiento de caucho terminado está formado por un tubo hueco lleno de aire, que se une con la llanta envolviéndola espira tras espira, con una tela encauchada que pasa entre los radios perpendiculares de la rueda. La colocación del tubular de caucho ya está a punto, pero aun no cuenta con una verdadera válvula. El aire aún se introduce en el neumático mediante la famosa tetina de biberón, plegada y atada como un balón de fútbol. Con la ayuda de dos importantes agentes de bicicletas locales, la primera bicicleta neumática vio la luz en 1888. Los neumáticos Dunlop reciben el nombre de 'neumático momia'.
El 31 de octubre de 1888, el creativo inventor presentó la patente de su idea y un fabricante de bicicletas de Belfast comenzó rápidamente la producción de ruedas con neumáticos. Por esa época, la bicicleta se convirtió en un medio de transporte masivo. En 1889, los neumáticos Dunlop hacen su aparición en el mundo de la competición gracias a un piloto poco conocido: W. Hume, brillante vencedor en cuatro carreras, sin haberse preocupado en absoluto por corredores de mucho más renombre, que utilizaban neumáticos macizos.
La noticia de estas inesperadas victorias causa sensación y el anuncio de la patente Dunlop gozó de una impresionante repercusión en todo el mundo. En noviembre de 1889, Dunlop abrió su primera planta de neumáticos en Dublín (Irlanda): "The pneumatic Type and Booth’s Cycle Agency Limited". En 1892, la empresa se traslada a Coventry (Inglaterra) y se convierte en la "Dunlop Pneumatic Tyre Co." antes de instalarse en Birmingham (Inglaterra), ocho años más tarde, con el nombre de "Dunlop Rubber Company Ltd". En 1893, Dunlop abrió su primera fábrica en la Europa continental, concretamente en Hanau (Alemania).
Los neumáticos fabricados por Dunlop eran poco prácticos. Resultaba evidente que había que perfeccionarlos. Muchos fueron los que se interesaron por el invento y consiguieron aportar mejoras, especialmente en lo que se refiere al montaje y desmontaje. Entre ellas, se pueden citar: Neumático de varillas, que cuenta con unas varillas que se introducen en unas fundas situadas lateralmente con el objetivo de mantenerlo bloqueado entre las barras que recorren de un lado a otro la circunferencia de la llanta; Neumático de talón, otra forma de enganche que sujetan de forma natural el neumático contra la llanta; empleo en la fabricación del 'tejido radial' en lugar del tradicional tejido diagonal que se desgasta con demasiada velocidad y la aparición de los primeros '
' en la banda de rodadura del neumático. Tras haberse empleado con éxito en la bicicleta se aplicarán poco a poco al automóvil.
La historia del neumático para automóviles comienza en Francia, en 1895. Ese año, los hermanos Michelin participan en la carrera de ida y vuelta París-Burdeos. Desde 1905, Dunlop innova dotando a los neumáticos de coche de canales transversales. Estos dibujos, realizados en el momento de la vulcanización introduciendo varillas de hierro sobre la banda de rodadura, forman unas huellas que mejoran la adherencia. Dunlop se convierte en la primera empresa multinacional del sector y fabrica y vende en todo el mundo, incluso en Malasia. Durante la Primera Guerra Mundial la producción se limita al uso militar y a los neumáticos macizos para camiones.
La introducción del negro de carbono en el compuesto de caucho aportará al neumático una resistencia mucho mayor y de paso su color característico, ya que anteriormente los neumáticos eran de color crema o blanco. Desde 1920, Dunlop cuenta con un auténtico centro de investigación y empieza a analizar los fenómenos de masa suspendida entre el chasis y la carretera. En 1922, la marca presenta un neumático de varillas sobre llanta desmontable que dos años más tarde pasará a ser estándar. Al final de esa década, todos los fabricantes adoptarán la llanta, que progresivamente irá ganando robustez, ligereza y manejabilidad.
Perfeccionar el confort y la resistencia al desgaste son los principales desafíos de la época. El otro paso decisivo se dará cuando Dunlop adopte un tejido sin hilo de trama, para reemplazar a la tela de hilos cruzados. Como en el caso de los neumáticos de bicicleta, la durabilidad de los neumáticos se multiplica por tres.
Dunlop fabrica en 1925 una 'máquina' capaz de alcanzar los 320 km/h. Este aparato experimental permitirá estudiar el calentamiento de la carcasa del neumático y de la banda de rodadura, así como conocer los posibles factores de corrección en aspectos tan diferentes como la composición de los compuestos, la estructura del neumático, el espesor del caucho, las presiones… Dunlop fabricará los neumáticos de alta velocidad que serán en gran parte responsables del establecimiento de un nuevo récord mundial de velocidad por parte del comandante Segrave en Daytona Beach, en el año 1927, al alcanzar los 326,6 Km./h.
Tras haber producido neumáticos para avión en 1911, Dunlop se interesa por la agricultura y las obras públicas.
El neumático sin cámara o 'tubeless' (1948) cuyo indiscutible interés radica en la desaparición de la cámara de aire que se deshincha, cuando el neumático sufre un pinchazo y el neumático de carcasa radial (1948). Este procedimiento, patentado por G. Hamilton y T. Sloper en 1914 antes de que Dunlop lo retomara, consiste en dar a los hilos de la carcasa una orientación radial e incluir cinturones de acero que hacen más rígida la cubierta.
Con coches cada vez más potentes y una red de carreteras cada vez más desarrollada, aparece un fenómeno específico de la adherencia a la carretera: el aquaplaning. Desde 1960, Dunlop será el primero en reparar en esta pérdida de agarre sobre superficie mojada. Sus trabajos permitirán desarrollar un nuevo neumático llamado 'aquajet', cuya banda de rodadura cuenta con múltiples láminas y profundas ranuras para evacuar el agua.
En 1964, el director de desarrollo de neumáticos de Dunlop, Tom Fench, presenta un informe sobre un nuevo diseño de la banda de rodadura, que pasará a la historia. Este tipo de banda presenta múltiples microcanales que actúan como una esponja frente al agua que se acumula en grandes cantidades y de manera repentina, antes de expulsarla. Esta característica innovadora, unida a una serie de canales esculpidos en la circunferencia del neumático y con una estructura rígida, supuso una revolución en las prestaciones de los neumáticos en cuanto a su adherencia en superficie mojada.
El auge de los neumáticos radiales permite reducir la altura de los flancos. Esta evolución se hace aún más interesante dado que mejora la seguridad mediante un agarre superior, debido al aumento de la superficie de contacto con el suelo y a una mayor rigidez transversal de la cubierta. La relación altura-anchura de la sección del neumático, que originalmente era de 1 (como en el célebre y antiguo neumático Ballon), se va reduciendo a 0,95 y sigue descendiendo sucesivamente hasta alcanzar, hoy en día, 0,30 en algunos automóviles veloces. 1970 es la era de los neumáticos radiales con carcasa o cinturón metálicos.
En 1973 un neumático (Dunlop Denovo) es capaz de rodar en plano, en caso de pinchazo (o incluso de reventón) durante 160 Km. a 80 Km./h sin que se pierda el control del vehículo y sin que el neumático se salga de la llanta (patente Dunlop). Dieciséis años más tarde, Dunlop introduce por vez primera la tecnología run on flat, que permite a los conductores continuar la marcha con toda seguridad, incluso con el neumático completamente deshinchado, hasta una distancia de 80 Km. como máximo y a una velocidad máxima de 80 Km./h, en condiciones de conducción normales.
La prueba de fuego llega cuando un Chevrolet Corvette recorre la distancia entre Boston y Los Ángeles con los neumáticos traseros deshinchados, y cuando un Fiat Mirafiori hace lo mismo entre Fort Dunlop, en Inglaterra, y Turín. La herencia del concepto Denovo sigue hoy vigente en los neumáticos Dunlop equipados con sistemas DSST (Dunlop Self Supporting Tyre) y más tarde con la tecnología RunOnFlat.
Este último invento, introducido en 1988, permite recorrer con un neumático deshinchado una distancia de 80 km a una velocidad máxima de 80km/h, sin llegar a destruirlo, incluso con presión cero. Las principales ventajas de la tecnología RunOnFlat, patentada y homologada por Dunlop frente a numerosos fabricantes, se resumen en cinco aspectos:
- Garantizar la tranquilidad tanto de los conductores como de los pasajeros
- Permitir un mayor control del vehículo en caso de pérdida súbita de aire y mantener una estabilidad perfecta de conducción después de un pinchazo. - El neumático no puede salirse de la llanta, sea cual sea el estado de la carretera.
- Garantizar una autonomía suficiente, incluso con presión cero, para poder reparar o hacer que se repare el neumático. Esta tecnología evita tener que montar la rueda de repuesto en el lugar donde se produjo el pinchazo, especialmente cuando el lugar o las condiciones meteorológicas no se prestan a ello.
- No requiere ningún material de montaje especial y se adapta a todos los modelos de llantas estándar.
- Permite mayor peso y ganar espacio en el coche, ya que no se necesita rueda de repuesto.
- Incluso con presión cero, el RunOnFlat permite conservar el control de la dirección.
Esta se basa en un diseño asimétrico de tres zonas que combina tres características de vital importancia: el Silencio, la Deportividad y la Seguridad. Optimiza cada zona de la banda de rodadura del neumático. Garantiza a la vez una reducción de la rumorosidad y una transmisión eficaz de las fuerzas laterales, lo que significa un mayor control y una estabilidad de alto nivel.
Gracias a las fibras Kevlar, los flancos son más rígidos incluso si se produce una subida de temperatura. Una ventaja que permite mejorar la percepción de la carretera y la precisión de conducción. Estas características mejoran la estabilidad en los giros, la precisión de conducción y la percepción de la carretera.
Finalmente, no hay que pasar por alto la reciente aportación de las nanopartículas a la fabricación de la goma de los neumáticos. Su particularidad reside principalmente en su dureza, que se considera equivalente o incluso superior a la del diamante. El resultado es que tanto las prestaciones de adherencia como las de frenado en seco y mojado, así como el kilometraje, mejoran considerablemente. El compuesto de goma con nanopartículas, procedente de la competición automovilística, proporciona una adherencia y un frenado mejores tanto en seco como en mojado.
La competición ha sido siempre donde Dunlop ha superado los límites, ha desarrollado sus tecnologías y ha marcado la pauta en el desarrollo de nuevas tecnologías. Lo que se aprende en la pista se traslada a la carretera. La victoria en la carrera París-Viena de 1902 despertó en Dunlop el apetito por los trofeos deportivos.
La primera victoria de Dunlop en un Gran Premio llegó en 1923 con H. Segrave en el Sunbeam, y su primer éxito en la carrera de las 24 Horas de Le Mans, en 1924 con J. Duff y F. Clément con Bentley.Gracias a la investigación y el desarrollo llevados a cabo por Dunlop, las fronteras de los récords de velocidad se superaron en varias ocasiones, especialmente con Malcolm Campbell en 1931 que, con su 'Bluebird‘, alcanzó una velocidad de 484.620 km/h (301.129 mph); y después con Eyston en 1937 – antes de alcanzar, en 1947, ¡la extraordinaria velocidad de 634 km/h!. Este record extraordinario obtenido por John Cobb con su Railton Mobil Special se mantuvo durante 23 años.
En la Formula 1, los resultados hablan por sí mismos: 8 títulos de Campeón del Mundo de Fórmula 1 y nada menos que 82 victorias en Grandes Premios obtenidas por famosos pilotos como Jack Brabham (Cooper), Phil Hill (Ferrari), Graham Hill (BRM), Jim Clark (Lotus), John Surtees (Ferrari) y Jackie Stewart (Matra). En Le Mans –la carrera más antigua, dura y larga del mundo– Dunlop también logró victorias: cinco con Jaguar en los años 50, cinco más con Ferrari a lo largo de los 60 y nada menos que nueve con Porsche en los 70 y 80. En 1988, Dunlop celebra al mismo tiempo su centenario y su doble victoria a bordo del Jaguar XJR-9, y el Porsche 962, que obtuvieron respectivamente el primer y segundo puesto en la carrera de ese año. Tres años más tarde, llega un nuevo día glorioso en Le Mans para Dunlop y para el Mazda 787B de motor rotativo.
El compromiso de Dunlop llega a todos los deportes de motor del circuito, desde el trial hasta el motocross. La historia sobre dos ruedas ha sido parecida desde el mismo momento en que se inició el Mundial de Motociclismo en 1949. Los pilotos de Dunlop han ganado más del 50% de los Grandes Premios disputados. Entre 1949 y 2007, de los 2.519 Grandes Premios disputados, Dunlop salió ganador de más de la mitad, o más exactamente de 1.304 (51,8 %), más que todos los demás fabricantes de neumáticos juntos. A este dato hay que añadir que Dunlop ha vencido en todos los grandes premios disputados desde entonces en 125 c.c, 250 c.c, Moto3 y Moto2, dónde actualmente es el suministrador único de neumáticos.
Dunlop también defiende su título en los campeonatos de resistencia y de Superbikes americano, australiano, francés, alemán y español.
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Créditos d: Alex Guimerà & d: Marc Perez