Ludovic Billot
Sábado, 23 de noviembre de 2024
Ludovic Billot
Director Comercial de Vredestein Ibérica
Martes, 06 de noviembre de 2012
El mercado de invierno es muy especial. Es cierto que es pequeño pero muy interesante. Hay tres factores que determinan el estado y la posible evolución del mercado. El primero es la previsión y venta al taller (sell in); el segundo es la venta al usuario (sell out) y tercero el apoyo de la Administración Pública. Cada uno es muy importante para conseguir buenos resultados.
En el primer factor, hablamos de expectativas y movimiento según el histórico. Por el momento, es complicado debido a un invierno 2011-2012 poco frío. Los distribuidores se cargaron a principio de la temporada pasada y no se vendió lo suficiente causando un exceso de stock para esta temporada. A pesar de la bajada de ‘sell in’ no se ha notado una bajada de stock real. En consecuencia, podemos seguir siendo optimistas.
En cuanto al ‘sell out’, la climatología sigue siendo el factor principal de este segmento. Ya se está anunciando bajadas de temperaturas de hasta 20ºC para principios de noviembre en el norte de Europa. Por lo tanto, si hace frío, llueve o nieva se montarán neumáticos de invierno seguro. No obstante, el tiempo no es el único parámetro que influye en la venta. Los usuarios son cada vez más receptivos a este tipo de producto. Es evidente que ya es un producto común en zonas de montaña ó donde suele caer nieve. Pero, también empieza a cuajar en otras zonas donde se valoran otras características como el comportamiento del neumático con temperaturas exteriores inferiores a 7ºC. Los conductores se están dando cuenta que reduce enormemente la distancia de frenado y mejora el aquaplaning.
En resumen, podemos decir que toda la mitad norte de España y alguna zona de Andalucía (Granada) representan el mercado potencial para este neumático. Como regla general, el comprador de estos neumáticos busca calidad y seguridad por encima de todo. No puede permitirse el lujo de tener problemas en situaciones complicadas. Por lo tanto, este segmento es muy rentable para el taller porque hay pocas marcas que puedan garantizar este compromiso. Un neumático de invierno mantiene el 100% de sus características mientras la profundidad de la huella sea superior a 4mm. Pasado esa profundidad, pasa a ser un neumático de verano. Por lo tanto, eso ayuda también a tener una mejor rotación de venta, especialmente en la gama media-alta.
El tercer factor no es otro que obtener un reconocimiento global. Conseguir que se proponga el neumático de invierno como alternativa clara a las cadenas o, como mínimo, que se resalte la importancia de ir bien preparado. El día que se haga habremos ganado enormemente. Entiendo que llegará ese día porque estamos hablando de seguridad y que es el tema de actualidad.
A título de ejemplo, podemos mirar lo que está pasando en otro país de Europa como es Italia. El mercado triplicó sus ventas en 3 años. En 2009, estaba en 2M y representaba menos del 10% del mercado de consumer. En 2011, acabó en unos 7M con el 25% del mercado total. La razón principal de este cambio fue la implementación de una ley que obligaba a los italianos a montar unos neumáticos de invierno ó llevar cadenas a partir de octubre dependiendo de la zona donde viven. Ya pasó algo similar en Austria y Alemania hace unos años pero en ese caso sólo se refería a los neumáticos de invierno. Creo que es el camino correcto.
No se obliga para vender más neumáticos, se obliga para aumentar la seguridad en las carreteras y así salvar vidas. Hay proyectos de ley al respecto en algunas Comunidades Autónomas y creo que se irá concretando de cara al futuro. Ya se ha hecho algunas acciones puntuales con gran éxito e irá a más.
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Créditos d: Alex Guimerà & d: Marc Perez